Amplias habitaciones, bonita decoración rústica, piscina cuidada, personal atento, desayuno variado y delicioso. Nos encantó la tranquilidad y belleza del recinto, perfecto para relajarse y disfrutar de la naturaleza.

El ambiente andaluz que es patente con respecto a lo que uno de fuera se espera encontrar de una escapada a Andalucía. Sus instalaciones son perfectas para tomarse una estancia relajada. Su cercanía a Doñana y a El rocío

El menú del día para el almuerzo aunque está a buen precio debería ser más elaborado para ser acorde con ola categoría del lugar. en todo caso la atención fue exquisita

Un hotel apropiado para pasar un fin e semana en contacto con la naturaleza en unas instalaciones bien cuidadas y una piscina idilica

Los mejores aspectos de este hotel fueron la limpieza impecable, las fabulosas instalaciones y la atención del personal. El hotel tenía unas amplias y bonitas habitaciones con terrazas maravillosas. Además, las piscinas eran espectaculares y había áreas de descanso muy bonitas. El desayuno era muy completo, con muchas opciones para elegir, y el personal de catering era muy profesional y atento. La ubicación del hotel también era perfecta, cercana al coto de Doñana y las playas de Matalascañas.

Desde el momento en que llegué, me impresionó la amabilidad del personal, especialmente Henry y Rocío. La habitación era un sueño, con una cama y almohadas magníficas. El desayuno fue delicioso y me encantó la piscina y los hermosos jardines. El lugar en general es realmente mágico, me sentí como si estuviera en un lugar entre la Alhambra y las mil y una noches, con la hermosa luz de Doñana. ¡Gracias por todo!

Aunque mi estadía fue increíble, me habría gustado que el hotel tuviera servicio de restauración o una cafetería. Además, hubo algunos detalles en la habitación y la limpieza que podrían haber sido mejores.

Sus jardines y sus zonas comunes

Es una pena que teniendo los medios disponibles no se utilicen,Por ejemplo las velas estaba todas apagadas del restaurante.

La belleza de las instalaciones. La sensación de estar en un entorno de lujo.n

Lo mejor de nuestra estancia fue el ambiente tranquilo y relajado de la finca. El entorno natural y los jardines cuidados creaban un ambiente idílico para descansar y disfrutar de la naturaleza. Además, el personal del hotel fue muy amable y atento, siempre dispuestos a ayudarnos y asegurarse de que tuviéramos una buena experiencia. Por otro lado, la ubicación del hotel era estratégica, cerca de importantes centros turísticos como El Rocío y la playa de Matalascañas, lo que nos permitió explorar la zona con facilidad.

Hubo algunas cosas que no nos gustaron durante nuestra estancia. En primer lugar, el desayuno no cumplió nuestras expectativas, ya que era bastante básico y monótono.

La amabilidad de los trabajadores del hotel. La tranquilidad del entorno y de las instalaciones. El restaurante tiene un menú a la carta muy bien de precio. El desayuno buffet es variado y completo.

Nada digno de mención. Si acaso, los mosquitos por su cercanía a Doñana.

Piscina-alberca arabe. salones. vegetacion. tranquilidad e intimidad.

Las habitaciones no tienen aire acondicionado- he pasado un calor terrible, para eso me quedo en mi casa.( el ventilador de aire-techo no refresca nada, está muy alto. tampoco me ha gustado la suciedad de hojas por todas las calles y jardines, me da la sensación de abando y piscina con muchos bichitos en el agua, aparcamientos muy polvorientos. zona de bar y restau. muy poco cuidada , sucia y con moscas, pintura para paredes, se ve descuidado para el precio que tiene el hotel. creo que mejorando estos aspectos el hotel sería otra cosa, pero lo fundamental es tener aire acondionado en las habitaciones, hoy día un splip sale por unos 150€. y por el precio que tiene el hotel, se pasa menos calor en una pensión u hostal más barata.

Hemos tenido una experiencia increíble en El Cortijo de los Mimbrales. La finca es preciosa, con amplios jardines y rincones encantadores. La habitación en la villa era espaciosa y cómoda, con un bonito porche y todas las comodidades necesarias. Destacamos la tranquilidad y la belleza de la zona de la alberca, perfecta para relajarse. El personal fue amable y atento en todo momento. destacamos la ubicación, cerca de varios lugares de interés como Almonte, El Rocío, Matalascañas y Mazagón. Sin duda alguna, queremos volver a disfrutar de este oasis de tranquilidad.

No hubo nada que no nos haya gustado durante nuestra estancia 😊.

me parece que el cortijo de los mimbrales esta bien pero hay algunas cosas un poco abandonadas como el cuidado de las piscinas...

La atencion del personal, el desayuno bufet, la tranquilidad

la habitacion no tiene aire acondicionado y olia a humedad

El lugar era impresionante, cerca de la playa y de la aldea. Además, el personal siempre estaba pendiente de los detalles y las habitaciones eran muy cómodas. Por otra parte, el conjunto del hotel estaba bien cuidado y había una piscina para disfrutar.

El desayuno dejaba mucho que desear, era escaso y faltaban opciones como dulces y pasteles.

Lugar muy agradable y relajante. La piscina genial. El paseo en bici por las huertas de naranjos del cortijo muy recomendable. El desayuno de calidad, con zuno de sus naranjas. Las habitaciones son casitas de trabajadores reformadas. Nos ha gustado mucho, para relajarse y disfrutar de la naturaleza, despertando con los pajaritos